Octubre 2013 - Complicaciones
Retomando nuestra pequeña historia sobre Axel, lo dejamos en un parque, con los nudillos doloridos, en pleno ataque de ansiedad sin ser capaz de pensar ni ordenar lo que sea que tuviera en la cabeza en esos momentos.
Justo en ese instante fue cuando apareció en el pequeño parque Hernán, Hernán vivía por la zona, era una persona muy reservada, que intentaba no llamar mucho la atención, en gran parte, porque se dedicaba a gestionar gran parte de los negocios nocturnos de varias zonas influentes de Madrid, y a la par, tenía otros negocios de esos que no puedes hablar con cualquiera, porque acabarías entre barras.
Había presenciado la pelea entera, desde lejos, y no tenía pensado acercarse siquiera, podría llamar la atención, y como hemos dicho, era justo lo que vivía evitando, pero había un problema, 20 años atrás, Hernán era justamente igual que Axel, y algo le impulsó a hacer lo que hizo.
Se acercó al perdido Axel que seguía sin poder respirar, en medio del parque, le tocó el hombro a la par que se dirigió a el con preocupación.
- ¿Estás bien chaval? - le preguntó, mientras ignoraba a las 3 personas tendidas en el suelo doloridas.
La reacción de Axel fue girarse con el puño cargado decidido a golpear a Hernán, sin saber si quiera quien era la persona que le tocaba el hombro.
La respuesta de Hernán, con un leve movimiento fue esquivar el golpe e inmovilizar a Axel, el cual se resistía con fuerza.
Hernán empezó a calmarle a base de sujetarle y hablarle suavemente intentando llegar a su subconsciente, lo que el no sabía es que Axel no soportaba que le sujetaran, y eso solo estaba provocando que sus niveles de ansiedad se fueran disparando hasta tal punto de sacar fuerzas de donde no tenía y librarse de Hernán.
Lo esperado es que Hernán pasara del chico, y que el chico hiciera lo mismo con Hernán, pero la reacción de Axel fue confrontar a Hernán, las primeras palabras que salieron de su boca desde que su mente entró en trance en su casa.
- ¿Quién te crees que eres y que coño haces sujetándome?
Hernán no respondió, estaba pendiente a los movimientos del joven Axel.
- ¿Te vas a quedar ahí parado?¿Me vas a retener otra vez?¿Qué coño miras tanto?
Hernán relajó su postura, no quería que Axel le viera como otro enemigo más en ese parque. Tras esto, se dispuso a hablar.
- No chaval, no te voy a retener más, - dijo mientras se encendía un cigarro - haz lo que quieras, pero no dejes que la rabia te pueda. - Axel comenzó a relajarse, y su cabeza empezaba a despejarse de la ira, pero a liarse por la situación que estaba viviendo - La rabia es una buena herramienta, siempre y cuando no te controle, si llega a hacerlo, acabarás de nuevo en el estado lamentable en el que estás, - ese comentario volvió a tensar los hombros de Axel, quién era ese tío y que hacía perdiendo el tiempo con el - me recuerdas a mi antes de convertirme en lo que soy hoy, y si quieres, puedo ayudarte, pero no sin saber a que ha venido todo esto, una persona así porque si de la nada no provoca todo esto. - dijo señalando a los chavales que se empezaban a levantar - Iros de aquí - dijo refiriéndose a los tres jóvenes que se incorporaban.
- ¿Por que me lo digas tú? - replicó Cava rabioso.
Hernán solo se bajó las gafas de sol, y el pequeño Cava reconoció la cara que se escondía tras esas gafas de sol. No rechistó más, se levantó y se alejó del parque.
- ¿Fumas? - le preguntó a Axel.
Axel no lo hacía, había probado con sus amigos en el parque, o en alguna fiesta, pero no acostumbraba a ello.
- Sí - respondió Axel mientras cogía un cigarro que le ofrecía Hernán.
Como he dicho, no fumaba, pero la situación de ese día le superaba, y aceptaba cualquier cosa que pudiera evadirle.
- Ven, siéntate, cuéntame que ha pasado.
Axel le contó la situación, al completo, Hernán solo escuchaba mientras asentía levemente como los muñecos de los coches. Una vez Axel terminó, fue el momento en el que Hernán habló de nuevo.
- Ven conmigo, te llevaré al hospital a ver a ese Luis.
Se dirigieron parque arriba, hasta llegar a un Alfa Romeo azul oscuro, que parecía ser el coche de Hernán. Fueron al hospital donde se encontraba Luis, allí le dijeron que estaba en cuidados intensivos, en muy mal estado, y no apuntaba ni de lejos a un pronóstico favorable.
Hernán le dijo que se fuera a casa, pero Axel no quería así que ofreció un trato.
- Mira chaval, me has caído demasiado bien, y no deberías pasar la noche solo en el hospital. Te voy a llevar a casa, y mañana a las 17:00 te recojo y te traigo de vuelta aquí.
A regañadientes Axel aceptó, volvía a casa, a enfrentar a su madre, y muchos problemas que se le venían encima, pero eso, será tema de otro día.
A quien me recordara Axel… 👏🏻👏🏻
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